Humanos somos todos o al menos eso quisiéramos creer. Unos menos que otros, basta darse una vuelta por los periódicos para descubrirlo. Comienzo esta serie de breves notas (que tal vez muera aquí mismo) con el último trozo de tierra que he visitado: Puerto Rico.
Sobre la naturaleza de esta isla cabe poco que decir, es sencillamente bella, con esa hermosura salvaje y cálida del Caribe, explotando fértil en verdes, con perfiles de montañas suaves que evocan caderas femeninas impúdicas, abrazadas por un anillo de oro y por un iris azul que se hunde en el océano. Un lugar de postal donde viven otros humanos, compuestos por brazos, piernas, tronco, un rostro con ojos, nariz, boca y orejas encajadas a los costados de la cabeza, con opción de que ésta esté cubierta por pelo o no. Todo muy “normal” y "familiar" diría, pese a que muchos insisten en sostener que la humanidad se funda sobre todo en las diferencias morfológicas y en la pigmentación cutánea.
Ya conocía a los caribeños, tengo amistades en la región desde hace muchos años y sé que son personas cálidas y amistosas, pero ignoraba que esto fuera una enfermedad masiva que afecta a casi toda la gente que me he cruzado en mi periplo por esas tierras. Sí, una patología que como tal muchos, sobre todo los gobernantes conscientes del peligro, intentan erradicar, en pos de la salud mental de la población que entra en contacto con los boricuas. Es comprensible ese modo frío con que los tratan quiénes no desean contagiarse y como primera medida de prevención les arrojan rollos de papel para envolverlos y aislarlos y así ir mitigando los efectos dañinos del exceso de simpatía y cariño que demuestran. Para quienes somos ariscos de abrazos, ser abrazada en cada saludo, trae aparejado efectos perjudiciales de esta grave forma de humanidad y una termina por habituarse y tal vez por extrañarlos y entra a abrazar gente por ahí y los ve huir despavoridos, entonces adviertes que los efectos son severos, que estás contagiada y que tu salud ha quedado gravemente comprometida.
Mi conclusión es que si desean ir de viaje por esas tierras y no se quieren contagiar, cancelen el viaje, la humanidad de esa isla ha sido declarada contagiosa por la OMS. Saludos.