Cada capítulo de una vida debería tener una música especial que sintonizara con los acontecimientos.
Si tuviera que poner una melodía en mi vida, sin duda sería Gymnopédies de Erik Satie, mágica, misteriosa, suave, dulce, tan llena de paz que aún hoy me besa en el corazónn… Pero eso fue mucho más tarde.
Hospital Virgen Macarena
5 de octubre, 1998
-¡Ana, despierta! Venga, abre los ojos, no te hagas la remolona. Ana María, ¿me oyes? Espabila.
No puedo abrir los ojos, quiero pero no puedo… Me falta el aire, me ahogo y esta mujer se podía callar y hacer algo en vez de darme bofetadas cada vez más fuertes, ¿no nota que no me entra el aire? Su voz es chillona y fingida…
-Ana María, despierta, venga, ¿no ves que toda tu familia está esperando a que salgas?
Pero qué dice esta mujer, yo no tengo a nadie. Manuel ya no está y mi padre…
CAPÍTULO I. Symphony nº 2, de Rachmaninoff
…”Hoy sé que aquellos tiempos están vivos, que cada asignatura es centinela que vigila un recuerdo y lo revela con gesto y con presencia redivivos…”Este poema lo escuché en alguna parte de mi vida, ¿cuál? Tal vez fue un sueño o tal vez no, el caso es que con el tiempo transcurrido no solo me embelesa el pensamiento de aquellos recuerdos, sino que siento que los viví. Me encanta pensarlo porque quizá mis sueños, sin yo saberlo, se cumplieron alguna vez…
En 1984 acabé mi carrera de periodismo con sobresaliente de media; fue la única alegría que tuve aquel año. Un infarto a finales de agosto, estando de vacaciones en Santander como toda la vida habíamos hecho, se llevó por delante la vida de mi padre. A mi madre no la conocí porque murió al nacer yo de un ataque de eclampsia, con lo que nunca eché en falta la figura de una madre. Y mi padre fue tan maravilloso que me dio todo el cariño que un padre puede dar a su hijo. Pero al morir me inundó una sensación de orfandad difícil de explicar. Ni abuelos ni tíos podían llenar aquel vacío y, aunque se obstinaban en no dejarme sola, lo que yo buscaba precisamente era eso, soledad.
Acababa de cumplir veintidóss años y no sabía qué hacer con mi vida. Siempre tan protegida, tan mimada, sin tener que preocuparme de nada porque mi padre me daba todo resuelto. En ese momento sentía como si mi corazón hubiera caído en una noche oscura y me invadía una sensación de inutilidad al no saber qué camino tomar. En definitiva, qué decisión era la más certera en ese momento tan ambiguo…
Breve biografía
Oriunda de Valladolid, España, María Ángeles es Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid. Ha colaborado en varios talleres y revistas literarias y sus relatos han sido publicados en antologías de narrativa y humor. Actualmente tienes tres blogs: uno de relatos, otro de humor y el último de pensamientos e historias cortas. Su primera novela es SEVILLA…GYMNOPÉDIES, de la que aquí presentamos la primera página.