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  • andreazurlo

Reseña "Reubicación" novela de Ramón Ortega Tres


La distopía de Aldous Huxley y George Orwell ha entrado, de forma prepotente e innegable, en nuestra vida diaria. Si en su época sus obras eran vistas como una locura imposible, hoy son «casi» una realidad y pienso que hasta sus mismos autores se sorprenderían de lo atinado de sus pronósticos. Al leer por primera vez 1984 y Brave New World (Un Mundo Feliz) fui incapaz de imaginar el grado de realismo que celaban. ¿Quién podría haber sospechado hace unas pocas décadas atrás que un «Gran Hermano», diferente de aquel comunista pero igualmente invasivo, irrumpiría en nuestras vidas? ¿O que el mundo volvería a sentir el peligro de los totalitarismos, del control de las masas, que oiríamos otra vez hablar de «razas» o a crear guetos? Esta misma sensación de incómodo presagio me produjo la lectura de Reubicación de Ramón Ortega Tres.

El argumento de la novela es sin duda actual: la inmigración con todas sus consecuencias, como esperanza de una vida mejor y triste realidad del rechazo en un mundo sin espacio para la piedad ni la empatía, y también sucio y gris, sin maravilla ni sorpresa, un «Primer mundo» que condena a las personas en una especie de reserva, encerrándoles en Centros de Reubicación, impidiéndoles acceder al territorio y condenándoles a una vida indigna. En sus páginas se pueden leer muchas referencias contemporáneas: la situación de los Sahauríes en los campamentos de Tinduf en Argelia, su vida marcada por privaciones y polvo y el imposible milagro de un futuro y de una tierra. O también la situación en Palestina, los incontables centros de inmigrantes en Europa, los centros de detención en Estados Unidos, donde los padres son separados de sus hijos, los campos para prófugos en África y Asia, donde subsiste una exterminada humanidad doliente e ignorada.

La narración, con la virtud de la claridad y la fácil lectura que distingue a su autor, nos cuenta la aventura de un grupo de científicos que vive en una época futura de paz y armonía, y su viaje hacia el pasado llevando a cabo una misión de rescate de un grupo de inmigrantes de distintos orígenes y religiones que están confinados en un enorme gueto. Un trivial error provocará un conflicto. A lo largo de las páginas el autor nos descubre esa bestia agazapada en el interior del ser humano, la misma que nos mueve desde que hemos aparecido sobre este planeta y que solo hemos conseguido dominar a través de la sensibilidad y la sutileza de lo espiritual, pues cuando el ser humano pierde estas cualidades, sin saberse relacionar con lo absurdo de su existencia, entonces sucumbe y la bestia vuelve a apropiarse de él, perdiendo valor la misma vida.

La lectura de Reubicación produce una cierta inquietud, típica de la distopía, y lleva a formularse una de las preguntas fundamentales en nuestro camino por este mundo: ¿hay esperanza para esta humanidad o está destinada a una absurda aniquilación? Claro está que, por mi parte, no poseo una respuesta, como escribe Albert Camus: «El mundo en que vivo me repugna, pero me siento solidario de los hombres que sufren en él».


Publicada en la revista De Sur a Sur (España), octubre 2019

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